Las cifras no engañan: Android e iOS son los sistemas operativos móviles más utilizados del mundo. Ambas plataformas, no obstante, son muy diferentes la una de la otra. Por un lado está Android, la plataforma de código abierto liderada por Google y apoyada por los mayores fabricantes de móviles y tablets del mundo; por el otro, iOS, el sistema operativo de los iPhone e iPad, de código cerrado y propiedad de la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo: Apple.
Las ventajas de iOS respecto de Android son pocas pero importantes: es un sistema operativo más estable, con apps de mayor calidad y, normalmente, sin publicidad. Además, el hecho de estar asociado al mejor móvil del mercado hace que, en la gran mayoría de los casos, el teléfono vaya mucho más fluido que un dispositivo Android aleatorio.
Android por su parte es un sistema operativo mucho más personalizable, con más funciones y algunas apps más en su tienda oficial. Los desarrolladores Android, además, suelen utilizar la publicidad como método de monetización, hecho que provoca que muchas de las aplicaciones de la Play Store sean gratuitas. Por otro lado está la amplia variedad de modelos de teléfono móvil que utilizan Android, y no como pasa con iOS, donde solo está disponible el iPhone.
Otro factor que muchos consumidores tienen en cuenta es la frecuencia de actualización. En el caso de iOS esta frecuencia suele ser anual y llega a los dispositivos con menos de 3-4 años de antigüedad. El caso de Android es más problemático, y es que al no depender directamente de Google las actualizaciones llegan cuando el fabricante lo cree conveniente, hecho que acostumbra a retrasarlas mucho.
Como pasa con los colores cada uno tiene su favorito. Hay que saber guiarse por el sentido del razonamiento y no por el fanatismo extremo. Solo así escogeremos un dispositivo acorde a nuestras necesidades.